Jueves Santo

por | Abr 6, 2023

En esta semana santa podemos regalarnos a nosotros mismos hacer silencio y estar atentos a las palabras que resuenan en nuestro interior. Hoy jueves santo Jesús se hace presente y nos regala su Vida en la Eucaristía, nos fortalece, nos sostiene, y al mismo tiempo, nos invita a cuidarnos y ayudarnos unos a otros, para ello, tenemos que hacer un alto, detenernos y mirar a las personas que se han vuelto invisibles o que excluimos por diversos motivos.

Hoy tenemos la oportunidad de vivir la misericordia y la solidaridad con quienes más sufren, ¿cómo podemos concretar esto? Al contemplar y escuchar a Jesús, Él permanece siempre con nosotros, en nuestra vida, Él nos invita a contemplar su manera de proceder para seguirlo y vivir como Él vivió. Hoy celebramos que su Amor es eterno. Jesús, en un pedazo de pan y en poco de vino, de manera sencilla, se queda cada día con nosotros porque nos ama.

El Papa Francisco nos dice:

“La solidaridad se expresa concretamente en el servicio, que puede asumir formas muy diversas de hacerse cargo de los demás. El servicio es «en gran parte, cuidar la fragilidad. Servir significa cuidar a los frágiles de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo». En esta tarea cada uno es capaz de «dejar de lado sus búsquedas, afanes, deseos de omnipotencia ante la mirada concreta de los más frágiles. […] El servicio siempre mira el rostro del hermano, toca su carne, siente su proximidad y hasta en algunos casos la “padece” y busca la promoción del hermano. Por eso nunca el servicio es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a personas»”.

En un momento de silencio, pensemos cómo Jesús nos ha acompañado en este tiempo de nuestra vida. Con el corazón le agradecemos lo que hace por nosotros y nuestra familia.

Compartimos una parte del Salmo 136 (adaptado):

“Te doy gracias Señor, porque en todo lo mío Tú intervienes. Cuando no tenía fuerzas, me abriste el camino: pasé y fui salvado por Ti.

Tú me das, Señor, el pan que necesito, el pan que me da vida y aunque a veces me canso, vivo!   Si recuerdo mi historia… has puesto en cada instante el pan que necesito. No me dejes ahora que estoy cansado, hazme experimentar tu presencia salvadora, liberadora.

Te doy gracias Señor porque es constante y eterno tu amor para conmigo”.

Te invitamos a seguir orando el evangelio de hoy (Jn. 13, 1-15), a permanecer junto a Jesús, y así, reflexionar y responder las siguientes preguntas:

 

  • ¿Cómo puedo yo “lavar los pies” a las personas cercanas a mí?
  • ¿Me dejo “lavar los pies” por los demás?
  • ¿Cómo me llama Jesús a vivir el servicio en este momento de mi vida?

 

Mariana Arteaga Estrada RJM

Share This