Mochilazo
El Mochilazo es una experiencia organizada, destinada a jóvenes de entre 18 y 30 años que buscan en lo más profundo el sentido de sus vidas y el sueño de Dios para ellas. A ejemplo de aquel peregrino loco por Jesucristo, como alguna vez describieron a San Ignacio y del Peregrino por excelencia, emprendemos un camino de siete días por la sierra, visitando comunidades indígenas que nos reciben con mucha alegría y nos comparten lo que tienen (el techo, el alimento, la vida y la oración). El Mochilazo es una experiencia orante que tiene como trasfondo los Ejercicios Espirituales y es en el silencio del camino y en el encuentro con nuestros hermanos donde descubrimos cómo se va entretejiendo una historia entre Dios y nosotras. Pero es también experiencia de la Providencia: vamos con nuestras mochilas, con solo aquello que podemos cargar, en zonas donde ni la señal del celular llega y nos dejamos guiar (por veredas y caminos desconocidos) y cuidar por nuestras y nuestros hermanos que son los preferidos de Dios.
Mochilazo Prepa
Las jóvenes que están estudiando prepa tienen el deseo de buscar a Dios y de abrirle el corazón. Sienten la invitación de vivir una experiencia distinta.
En el mochilazo vamos dando pasos por distintas veredas y pueblos, sin duda, en cada lugar nos encontramos con Cristo, y al mismo tiempo, con los demás y con nosotras mismas.
Mochilazo es abrir nuestros sentidos, es darnos la oportunidad para contemplar y disfrutar la naturaleza.
Mochilazo es dar gracias sinceramente por cada día. Cada momento se convierte en un regalo. Nos damos el tiempo para meditar y estar en presencia de Dios.
Mochilazo es Encuentro con los demás, descubrimos la bondad de Dios a través del grupo, de las personas del pueblo y de sus muestras de cariño.
Mochilazo Universitarias
Las jóvenes universitarias que han peregrinado en el mochilazo saben que esta experiencia es caminar hacia nuestro verdadero ser y ahí, encontrarnos con Jesús.
Son muy importantes los ratos de silencio porque nos ayudan a profundizar, a mirar nuestra vida desde otra perspectiva. Podemos entonces escuchar a Dios, clarificar sus invitaciones, y su Espíritu nos impulsa a ir hacia adelante, a vivir con más amor, más esperanza, más fe, más libertad.
Mochilazo es encontrarnos con las personas de los pueblos, ellas nos hablan del Amor con sus gestos, su amabilidad, su generosidad y nos dan testimonio de la Bondad de Dios. La gente fortalece nuestro deseo de comprometernos con quienes más nos necesitan y de participar en el proyecto de Jesús: el Reino.
Mochilazo es ser capaz de dejar comodidades y rutinas para encontrarse con la novedad de Jesús en su vida y dejar que Él la transforme. Es atreverse a dejar atrás los miedos para vivir de manera distinta, sencillamente: la vida cambia.