Vocaciones

Formación

La formación, un camino de libertad interior

Santa Claudina puso todo su empeño en forjar mujeres, activas, firmes, entregadas seriamente a la Misión (cf. Positio, p.632), mujeres, capaces de adaptarse a la realidad, fuertes en la fe, capaces de olvidarse de sí mismas para darse a los demás,  libres de toda atadura que les impidiera ser radicalmente disponibles para la misión (cf. Positio, p.212), mujeres capaces de anunciar la Buena Noticia en cualquier parte del mundo.

La pedagogía de Santa Claudina Thévenet, basada en los Ejercicios ignacianos, crea y promueve las actitudes de indiferencia y discernimiento espiritual que capacitan a la religiosa para adaptarse a nuevas situaciones y a estar disponible para hacerse toda a todos,  no teniendo más Absoluto que Dios.

La formación contribuye al crecimiento en libertad interior. Esta libertad prepara y dispone a la persona para integrar cambios, lanza a la persona hacia adelante con audacia y sin temor, la hace capaz  de una obediencia total a Dios, a imitación de Cristo Nuestro Señor que, “sufriendo aprendió a obedecer” (Hb 5,8). Debe favorecer una creatividad apostólica como consecuencia de una vida anclada en la fe y lanzada hacia el futuro con esperanza.

La formación, en definitiva, es un camino de libertad: el camino de la religiosa apóstol hacia una disponibilidad radical al Espíritu que, por la consagración, la transforma en instrumento de su gracia en las manos del Señor. (cf. C 28,50)

La Virgen María, Reina de los Apóstoles, “ocupa un puesto esencial en la formación del apóstol que el Señor ha elegido para sí mismo” (C 52). Ella tuvo parte en la formación de Jesús y su corazón fue formado por Él. A quien desee recorrer el camino del apóstol le ayudará contemplarla  e imitar sus actitudes.

Para lograr esto, se requiere de un proceso que se favorece a través de las diferentes etapas de formación:

  • Postulantado
  • Noviciado
  • Juniorado

La Religiosa de Jesús-María
es una mujer consagrada
abierta a la acción del Espíritu.
En respuesta a la llamada continua de Dios
y a ejemplo de María, la Virgen Fiel,

SIGUE A CRISTO APÓSTOL

Él nos revela la inmensa bondad del Padre,
y nos abre a las miserias de nuestro tiempo,
invitándonos a vivir en la Fe, la Esperanza y el Amor
como testigos de su bondad y perdón:
¡Qué bueno es Dios!

Nos llama a ser sus discípulos:
“Aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón” (Mt 11, 29).
Y nos enseña a compartir en comunidad su vida y su misión,
con alegría y sencillez.

Él ha venido a traer fuego a la tierra,
y enciende y aviva nuestro celo apostólico
en la contemplación de su Corazón y en el de María,
impulsándonos a la acción apostólica
con el único deseo de agradar a Dios,
dispuestas a perder la vida, como el grano de trigo,
para que  otros la tengan en abundancia.

Se ha hecho Buena Noticia para todos
y nos ha escogido
para anunciar su Nombre hasta los confines de la tierra:
Soy yo quien  os ha elegido, para que os pongáis en camino
y deis fruto, y un fruto que permanezca” (Jn. 15, 16)
Él no ha venido a ser servido sino a servir,
y nos envía como apóstoles suyos a evangelizar el mundo:
haciendo conocer y amar a Jesús y a María,
por medio de la educación cristiana,
con la preferencia de Claudina por los jóvenes,
y entre ellos los pobres.

 Él deseó ardientemente cumplir en todo y siempre
la voluntad del Padre,
haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz,
y nos hace libres para buscar a Dios en todas las cosas
y todas las cosas en Él.

Ha entregado su Cuerpo y su Sangre por la Iglesia,
nos compromete a amarla profundamente tal como es,
santa y siempre necesitada de purificación” (L. G. 8),
con una exquisita sensibilidad por los más débiles
y desfavorecidos,y nos une vitalmente a ella
en la fe y en la obediencia a su Pastor.

Unida a Jesús, el Señor,
Himno de gloria al Padre,
la Religiosa de Jesús-María
vive su consagracióny su compromiso redentor
en espíritu de alabanza:

SEAN POR SIEMPRE ALABADOS JESÚS Y MARÍA

(Libro de Formación de Jesús-María)

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